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domingo, 30 de octubre de 2011

No es miércoles, Tampoco están en el bar donde las tres quedan para hablar de sus cosas.

Están a los pies de la cama de Rocío. Huele a hospital la sensación de tristeza les recorre el cuerpo.

Irene se acerca y le coge la mano, Rocío sonríe, se le ve afligida, sus ojos reflejan el miedo que siente, Irene le da un beso en la frente.

Sara se pone al otro lado mira sus ojos tristes y las dos sonríen tímidamente.

Las tres piensan en lo injusto que te da la vida, en lo injusto de lo que le esta pasando precisamente a ella.
Últimamente las cosas no le han ido muy bien. Juan se fue de la noche a la mañana sin explicarle lo que pasaba por su cabeza.

A Irene eso le parece de lo más cobarde, pero nunca se lo dirá a su amiga, aunque ella piense lo mismo.

Rocío le mandó  un mensaje explicándole la situación pero no hubo contestación por su parte.

Sara odia los hospitales, piensa en su padre, el olor le recuerda a él y se apena aún más.
Aunque sepa que está recuperándose nunca aceptarán el hecho de que su padre quiera dejar de vivir.
Rocío está sedada y de vez en cuando se adormece, tiene bastantes dolores y el embarazo no ayuda mucho a mejorar su estado, sino todo lo contrario.

La puerta de la habitación se abre. Las tres chicas se asustan, el silencio casi es sepulcral.
Irene y Sara miran hacia la puerta y las dos se quedan heladas.
Allí de pie Juan, con el rostro desencajado, ojeroso y con barba de cuatro días, mira descompuesto, buscando a Rocío.
Irene se acerca a él antes de que de un paso más. No quiere dejar pasar la oportunidad de decirle cuatro cosas bien dichas.
- Ya era hora de que te dignaras a aparecer.
Juan la mira con resignación, hace acopio de paciencia y le pregunta:

- Como está??
- Pues no muy bien. Estamos esperando al médico.
- Creo que me voy. -Dice Juan de repente.

Irene le coge del brazo todo lo fuerte que puede.
- Pero estás loco!! Que te pasa?? Está a punto de perder tus hijos, sino se va ella antes. Eres idiota o que...!!
- No, tu no sabes nada y sí soy idiota.
- Pero que dices Juan. -Sara se unió a la conversación.
- Esos  niños no son míos, y la enfermedad de Rocío, no es culpa mía. Si eso es lo que pensáis.
Las dos chicas se quedaron sin palabras. Bajaron la mirada, hasta que se recompusieron, el silencio, se oía ahora mas que antes.

Irene lo miró fijamente.
- No quiero oír nada más, nadie te culpa, no se que dices, tus razones tendrás para decir algo así, y no querer estar con ella. Pero te necesita, esto es grave no es una tontería. Lo quieres entender??
- A mi quién me entiende?? Está bien, no quiero armar follón, esperaré al médico, luego saldré por donde he venido.
- Y ella??
- Y yo??

Irene se dio por vencida.
Juan estaba convencido que Rocío se lo había hecho con su ex, antes de que intentara violarla. 
Porque como muy bien sabe Juan después de las pruebas, él nunca podrá tener hijos.


domingo, 2 de octubre de 2011

IRINE: MUJERES DE MADRID





Irene resopla frente al espejo, le sudan las manos, aprieta el aparato rezando por que no se ponga rosa.


Mira su cara que refleja unas ojeras que casi le llegan a la barbilla. Está tan pálida como un vampiro y las nauseas van desde su estómago hasta la garganta. Le tiemblan las piernas, que no sostienen su cuerpo y de repente sin saber como y tan rápido como un rayo, su culo gordo dentro de unos meses, rebota en el suelo dañando su rabadilla.


Oye voces, se levanta como puede, agarrándose al lavabo,  lo recoge todo y se mete en el bater, cierra la puerta y se sienta.


Nota que la puerta de entrada, se abre y dos compañeras de la redacción entran, hablando de sus cosas. Irene escucha toda la conversación, y quiere que esas dos cotorras dejen de decir chorradas y se larguen por donde han venido.


Aunque están dos minutos que a Irene le parecen siglos, las chicas ajenas a ella, salen entre risas del wc.
Se da cuenta, que no ha mirado lo que estruja en su mano derecha, pero es que no quiere mirar.


Todavía sentada en el bater analiza su situación. La vida es así, como dice la canción, si te metes en líos, los líos se menten en ti.
Pero también piensa "Que me quiten lo bailao" .
Hay que arrepentirse de lo que no se hace, pero a lo "Hecho pecho".


No puede negar que tiene miedo y eso le producen nauseas.
Para quitarse el miedo piensa en Alfredo, con él se lo pasa bomba, recuerda y siente en sus propias carnes el polvo del avión.


El servicio era tan pequeño que se clavaban todos lo objetos que sobresalían un poco más de la cuenta.
El  niño como tiene tanta maña para cogerla en vilo, la llevaba de un sitio a otro sin pensarlo dos veces. Hasta que encontraron el sitio perfecto, sentado él y ella encima. Los pantalones en los tobillos, las bragas se las arrancó en un arrebato de pasión mientras ella pensaba. No las bragas no las rompas, me han costado una pasta!!
Pero no quería cortar el rollo y siguió como si nada.


Alfredo le hace sentir joven y Ramón le da seguridad.
Después del polvo en el avión, estuvo con Ramón, sus caricias, sus labios recorriendo su cuerpo, mordiendo su boca, sus brazos rodeándola con fuerza, queriéndolo todo, y él dándoselo todo.


Irene mira su puño cerrado, dentro su futuro.
Abre la mano, armándose de valor, tiene que saberlo ya, para recomponer su vida, si es que puede.
El test de embarazo, da positivo un positivo rosa claro que Irene detesta, ahora si que le tiemblan las piernas, pero no cae, se agarra al lavabo con fuerza, las manos le sudan y sus ojeras se han vuelto marrones de repente.


El problema no es que esté embarazada, lo puede superar, de todo se sale, o eso cree, lo que mas le preocupa es no saber quien es el padre.