San Valentín, era un sacerdote de la Roma del siglo III, como en aquella época se prohibían los matrimonios, porque se creía que los soldados solteros rendían más en las batallas.
Por este motivo le ejecutaron un 14 de febrero.
En su encarcelamiento se enamoró de la hija de su carcelero, a la que daba clases.
La víspera de su muerte le envió unas notas de despedida, en las que firmó "de tu Valentín".
La verdad que es una bonita historia, trágica pero tierna, por todas aquellas parejas que se quisieron y se quieren hasta el punto de querer, pese a las trabas, pasar toda una vida juntos.
Para mi ese día es como otro cualquiera, estoy en ese 48% de enamorados que no regalarán nada ese día a su pareja.
No por la crisis, sino porque hoy le quiero igual que mañana, mañana igual que pasado, incluso mas y mas cada día. Sin tener que pensar que día es hoy.
Si bien, comprendo que muchas personas miren el calendario tachando los días hasta llegar a ese, con ganas. Para celebrar el amor, reflexionar sobre el, respetarlo y compartirlo, apostando por ello.
No creo por otro lado en la búsqueda de la media naranja o la necesidad de tener pareja para ser feliz.
Pero si, que es verdad, que cuando el amor llega a tu vida y una persona te quiere y tu a ella, es la experiencia mas increíble e inolvidable, que jamás podemos vivir.
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